

Plan de Salvación
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En el principio Dios creó los cielos y la tierra, y creó al hombre a su imagen y semejanza (Génesis 1:26-27). Y vio Dios todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno en gran manera (Genesis 1:31).
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Pero el hombre, aunque advertido, desobedeció a Dios cayendo en una condición de pecado apartándose de Dios. En esta condición el hombre está muerto espiritualmente y por sí mismo no puede recuperar su condición original de comunión con Dios. “Porque la paga del pecado es muerte…” (Romanos 6:23)
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Pero Dios en su infinito amor y gracia, entendiendo gracia como un regalo que no merecemos, envió a su Hijo Jesucristo a predicar el Reino de Dios y su justicia (Mateo 6:33), y a morir en lugar nuestro y hacernos resucitar con él para salvación y vida eterna (1 Corintios 15:3-4). Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús (Romanos 6:23).

¿Como individuo qué debo hacer?
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En primer lugar, escuchar la voz de Dios por medio de su Espíritu Santo, quien nos ayuda a comprender nuestro estado de muerte espiritual.
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En segundo lugar, hay que reconocer que hemos pecado y arrepentirnos de nuestra desobediencia y rebeldía contra Dios,
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En tercer lugar, creer y confesar que Jesucristo murió por nuestros pecados y que resucitamos con él a una nueva vida y eterna, que nacemos de nuevo en Cristo Jesús: "De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios". (Juan 3:3).
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En cuarto lugar: Si crees y sientes este llamado al arrepentimiento y la necesidad de salvación en Cristo Jesús diga en voz alta esta oración:

Padre nuestro que estás en los cielos, reconozco que soy un pecador(a), y que no vivo una vida de entrega a ti ni en obediencia, pero ahora he comprendido que el perdón de mis pecados solo puede ser realizado por medio de la acción redentora de Jesucristo por su muerte en la cruz, llevando consigo mis pecados, y que al resucitar al tercer día me levantó de esa vida de pecado a una nueva vida, renovada por el Espíritu Santo. Ahora, arrepentido Señor te pido que completes en mi persona esa obra redentora de Jesus tu Hijo para el perdón de mis pecados y para el nacimiento a una nueva vida en obediencia a ti Padre Eterno. Te lo pido en el nombre de mi Señor Jesús. Amén
Nuestro consejo es que busques una iglesia evangélica en tu localidad y se presente ante algún miembro informando que Ud. ha rendido su vida Cristo y desea congregarse en esa Iglesia.
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